EN EL FIRMAMENTO DE NUESTRAS ALMAS.


 

 

En el firmamento de nuestras almas

brillan estrellas de amor y calma,

unidos por un lazo eterno,

que nos guía en nuestro invierno.

En cada mirada se refleja

la pasión que nos conecta,

un sentimiento puro y sincero

que nos llena de alegría y desvelo.

Nuestros corazones laten al compás

de una melodía celestial,

tejiendo sueños y esperanzas

en el universo de nuestra alianza.

Que la luz de nuestras almas

nunca se apague ni se apague,

que brille siempre con intensidad

en el firmamento de nuestra eternidad.

TRISTE DESPERTAR.


Mi verso no es verso nuevo,

ni nuevo es este reclamo

por viejo, siempre le llamo,

mi verso triste y longevo.

 

Mi verso nunca renuevo

y siempre el mismo declamo

disculpen, que tanto clamo,

por la tristeza que llevo.

 

El punto es que amanecía

diciendo que ella me amaba.

Juraba que me quería,

 

juraba que me adoraba

y triste despertaría

del sueño que yo soñaba.